Primer día: Madrid – Bucarest
Sábado 1 de junio.
Apenas son las siete de la mañana
cuando me despierto he inicio a escribir. No habré dormido ni cinco horas pero
tampoco tengo sueño, así que aprovecho para iniciar este diario sobre las vacaciones
y de paso actualizar el antivirus y otros elementos del ordenador. Nerea
aprovecha a leer un poco “La Legión de los Malditos” de Santiago Posteguillo,
la segunda parte de la trilogía de “Esciprión el Africano”.
Bajamos a desayunar a las 9:30 h. El desayuno, como suele ser normal en estos hoteles, era buffet. Unas tostadas con tomate y aceite de oliva, un par de cafés con leche y un zumo de naranja nos recargó las pilas. Tras éste, de vuelta a la habitación donde nos lavamos los dientes y recogemos los bártulos. El conductor del vehículo que nos va a trasladar hasta la T4 nos está esperando en recepción. Abonamos la cuenta y nos vamos hacia el aeropuerto. A las 10:40 h. llegamos al aeropuerto (apenas 10 minutos desde el hostal).
Nos dirigimos hacia las pantallas para localizar donde hemos de facturar las maletas. Localizado nuestro vuelo, el 416, nos dirigimos hacia la zona de facturación. Dejamos las maletas y ya con la libertad de movimiento que ofrece el ir sin equipaje dejamos la zona común del aeropuerto para acceder a la zona de salidas, tras pasar los consiguientes controles de policía.
El vuelo sale con 20 minutos de retraso. El almuerzo del vuelo; arroz con verduras y pollo con salsa de tomate, pan, una cervecita local y una chocolatina. Bueno, ni que decir que mi bandeja llevaba dos platos de arroz….. y tras éste un aguado café con leche, como en todos los vuelos.
Llegamos al aeropuerto de
Bucarest a las 17:40 h. con una agradable temperatura de 25 ºC . Tras pasar el control de policía y recoger las maletas nos unimos con el resto del grupo con que realizaremos el circuito. En total somos 30 personas, cinco más del mínimo exigido, por lo que ya tenemos el primer rifirrafe con Panavisión, la mayorista con quien contratamos el viaje, ya que hemos pagado un suplemento de 100 € /per. por no llegar a 25 personas.
Bueno, esto lo dejamos para la vuelta que estamos de vacaciones. (decir que durante la estancia en Rumanía, una vez informado a nuestra agencia de viajes del asunto, recibimos la confirmación de reembolso del suplemento pagado) Nos trasladan al Hotel Capital Plaza de Bucarest, moderno y confortable. Apenas tuvimos tiempo de dejar las maletas en la amplia habitación ya que nos tenían preparada la cena, que para mi gusto estuvo bien; ensalada variada y pechuga rellena. De postre macedonia de fruta.
Una vez terminada la cena salimos del hotel y dos dimos una pequeña vuelta de reconocimiento por los alrededores del mismo.
La primera noche en Bucarest y coincidimos con un banquete de boda en el hotel así que hasta las 3:30 h. soportamos estoicamente el popurrí musical típico de estos lares para tales eventos.
Segundo día
Bucarest - Bacau - Piatra Neamţ
2 de junio
A pesar de haber dormido poco estos últimos días, para las 7:15 ya estaba en la ducha, así que sin prisas, bajamos pronto a desayunar. Para las 9:00 h. ya estábamos de “tour” por Bucarest.
La primera visita la realizamos al Museo de La Aldea (Muzeul Satului), también conocido como Museo de la Villa. En 1936 la Escuela Sicológica Rumana, dirigida por el profesor Dimitrie Gusti, montó el Museo de La Aldea en el Parque Herăstrău sobre una superficie de cinco hectáreas, exhibiendo para empezar 30 casas campesinas, representativas para las regiones históricas de Rumanía.
La primera visita la realizamos al Museo de La Aldea (Muzeul Satului), también conocido como Museo de la Villa. En 1936 la Escuela Sicológica Rumana, dirigida por el profesor Dimitrie Gusti, montó el Museo de La Aldea en el Parque Herăstrău sobre una superficie de cinco hectáreas, exhibiendo para empezar 30 casas campesinas, representativas para las regiones históricas de Rumanía.
En la actualidad llega a las 300, entre casas y anexos, y ocupa una superficie de
La diversidad no es solo geográfica, sino temporal, pues es posible visitar edificios desde la Edad Media hasta el Siglo XIX. Dimitrie Gusti fue historiador, filósofo, sociólogo y antropólogo.
Del museo seguimos con una visita panorámica de la ciudad, haciendo pequeñas paradas para ver y hacer fotos. El Arco del Triunfo (Arcul de Triumf) está localizado en la zona norte de la ciudad. Se halla, concretamente, en la Şoseaua Kiseleff.
El arco primigenio se hizo en madera a toda prisa en 1878, inmediatamente después de que Rumanía obtuviese su independencia, pensando en que las tropas victoriosas pudiesen desfilar bajo él. Otro arco temporal fue construido en el mismo lugar, en 1922, para conmemorar el fin de la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, fue demolido en 1935.
En 1936, tan solo un año más tarde, se construyó el arco actual, redecorado con mármol de Ruschita, que fue inaugurado en septiembre.
El Palacio Cantacuzino, antiguo palacio real, es la sede del Museo de Música George Enescu, que tuvo como propietario al músico George Enescu, un importante director de orquesta, compositor y pianista quien emigró a Francia tras la Segunda Guerra Mundial. En 1955 el edificio pasó a manos de la Asociación de Compositores y fundó este magnífico museo de música que guarda celosamente muchos objetos personales de Enescu. Partituras, fotos, cartas y diversos premios como el de la Legión de Honor francesa y una colección de obras de Bach que le regaló en su día la reina Elisabeta, son solo algunos de los tesoros que alberga este palacio de estilo rococó, barroco y neoclásico.
Esta gran plaza se hizo famosa en todo el mundo cuando las emisoras de televisión alrededor del mundo difundieron los momentos finales del dictador rumano Nicolae Ceaușescu en el poder el 21 de diciembre de 1989. Fue aquí, en el balcón de la antigua sede del Partido Comunista, que Ceaușescu miró con incredulidad como la gente reunida en la plaza se volvió hacia él y huyó de la multitud enfurecida en su helicóptero blanco, sólo para ser capturado fuera de la ciudad unas horas más tarde.
El Círculo Militar Nacional se encuentra entre la calle Constantin mille y la Calea Victoriei. Es un edificio enorme, y determinar el estilo sería cosa imposible, hay elementos del neoclásico, cosas barrocas, y algún estilo indefinido. El círculo abrió sus puertas en el año 1912.
Situada frente al Museo Nacional de Arte de Rumanía encontramos la Biblioteca central de la Universidad de Bucarest. La actual Biblioteca Central de la Universidad fue fundada en 1895 como la Biblioteca Carol I de la "Fundación Universidad Carol I". También pasamos junto a las facultades de Derecho y Medicina.
Parada frente a la Universidad Nacional de Defensa Carol I. En la base de la estatua que representa a los tres ejercito viene inscrito el siguiente texto:
En 1936, tan solo un año más tarde, se construyó el arco actual, redecorado con mármol de Ruschita, que fue inaugurado en septiembre.
Esta gran plaza se hizo famosa en todo el mundo cuando las emisoras de televisión alrededor del mundo difundieron los momentos finales del dictador rumano Nicolae Ceaușescu en el poder el 21 de diciembre de 1989. Fue aquí, en el balcón de la antigua sede del Partido Comunista, que Ceaușescu miró con incredulidad como la gente reunida en la plaza se volvió hacia él y huyó de la multitud enfurecida en su helicóptero blanco, sólo para ser capturado fuera de la ciudad unas horas más tarde.
El Círculo Militar Nacional se encuentra entre la calle Constantin mille y la Calea Victoriei. Es un edificio enorme, y determinar el estilo sería cosa imposible, hay elementos del neoclásico, cosas barrocas, y algún estilo indefinido. El círculo abrió sus puertas en el año 1912.
Situada frente al Museo Nacional de Arte de Rumanía encontramos la Biblioteca central de la Universidad de Bucarest. La actual Biblioteca Central de la Universidad fue fundada en 1895 como la Biblioteca Carol I de la "Fundación Universidad Carol I". También pasamos junto a las facultades de Derecho y Medicina.
Parada frente a la Universidad Nacional de Defensa Carol I. En la base de la estatua que representa a los tres ejercito viene inscrito el siguiente texto:
"¡Gloria a las tropas rumanas, herederos de antiguas tradiciones heroicas, luchadores contra el fascismo impávidos por la libertad y la independencia de la patria!"
Aunque según el libro Guinness de los récords, es el edificio administrativo más grande, caro y pesado del mundo.
Y siguiendo la panorámica por Bucarest visitamos, antes del almuerzo, la sede del patriarcado ortodoxo rumano. En dicha sede encontramos la Catedral Patriarcal de Bucarest.
La catedral fue construida entre 1656-1658 por el príncipe Constantin Şerban Cârnul. La construcción fue continuada por Mihnea III, la iglesia finalmente fue acabada bajo el reinado de Radu Leon. Fue elevada a residencia metropolitana el día 8 de junio de 1668.
El almuerzo lo realizamos en un Irish Pub situado en los bajos de un antiguo palacio, de ahí el nombre del restaurante; Palace Pub.
Y tras el almuerzo pasamos por el
casco antiguo de la ciudad para recoger a los nueve integrantes del grupo de media
pensión.
Nada más recogerlos empieza a llover de manera torrencial. Dejamos Bucarest y nos dirigimos al norte del país. Camino de Bacau, a las afueras de Mărășești visitamos el Mausoleo de los Caídos del II Ejército Rumano que venció a los alemanes en junio de 1917.
El viaje por la gran llanura rumana hacia el Departamento de Moldavia, en los Cárpatos Orientales, se realiza bajo un cielo gris y lluvioso nos acompañó hasta Bacau, ciudad industrial especializada en fabricación de componentes para la aviación.
De aquí recorremos los últimos50 kilómetros que nos separa de Piatra Neamţ, que es donde pasaremos nuestra segunda noche en Rumanía. Hemos empleado unas siete horas y dos paradas para recorrer los 380 kilómetros que hay entre la capital de Rumania y Piatra Neamţ.
Nada más recogerlos empieza a llover de manera torrencial. Dejamos Bucarest y nos dirigimos al norte del país. Camino de Bacau, a las afueras de Mărășești visitamos el Mausoleo de los Caídos del II Ejército Rumano que venció a los alemanes en junio de 1917.
El viaje por la gran llanura rumana hacia el Departamento de Moldavia, en los Cárpatos Orientales, se realiza bajo un cielo gris y lluvioso nos acompañó hasta Bacau, ciudad industrial especializada en fabricación de componentes para la aviación.
De aquí recorremos los últimos
Llegamos al anochecer al hotel
Central Plaza, situado en el centro de la ciudad, y lo que son las cosas; aquí
también se celebra una boda….. Menos mal que nos han situado en la séptima planta y no se oye nada de lo que pasa abajo. La ciudadela de Piatra Neamţ se basa en 02 de febrero 1395. La primera mención de la ciudad es un documento del 20 de abril de 1491, declarando que la gente Piatra lui Crăciun (Piatra Neamţ se llamaba entonces) fue construida entre 1468 y 1475. La catedral fue construida entre 1497-1498 y se construyó el campanario 20 metros de alta en 1499.
Justo nos da tiempo a dejar las maletas en la habitación (muy amplia y con buen gusto) para volver a bajar para
cenar. En lo relativo a las comidas hasta el día de hoy no nos podemos quejar, el que no ha comido es porque …….
Tras la cena un corto paseo nocturno hasta la plaza de la Torre Ştefan (símbolo de la ciudad), construida por Ştefan cel Mare en 1499.
De vuelta al hotel un poco de escritura en el Cuaderno de Viaje para no olvidar nada y algo de lectura antes de apagar las luces y dormir. Mañana toca madrugar de nuevo.
De vuelta al hotel un poco de escritura en el Cuaderno de Viaje para no olvidar nada y algo de lectura antes de apagar las luces y dormir. Mañana toca madrugar de nuevo.
Tercer día
Piatra Neamţ - Gura Humorului
3 de junio
Son las 6:20 h. de la mañana cuando nos despertamos. Entra tanta luz por la ventana que parece mediodía, así que camino de la ducha para acabar de espabilarnos. A las siete abren el comedor, así que para las 7:15 h. bajamos a desayunar. Tampoco hay mucha prisa ya que hasta las 8:30 no continuamos con el circuito.
El desayuno, buffet también, no era tan
variado como el de Bucarest y Piatra Neamţ y con deficiencias a la hora de reponer los alimentos y/o utensilios (vasos, servilletas,…) que se agotaban. Otro inconveniente que encontramos en este hotel eran los ascensores. Dos y estrechos. Así que tardamos más de 20 minutos en poder tomar uno de los ascensores para salir del hotel.
Ya en el autobús salimos de Piatra Neamţ dirección Gura Humorului. Aquí se encuentra nuestro nuevo alojamiento. Dejamos las maletas en la consigna del mismo y regresamos al autobús para iniciar las visitas previstas por Moldavia, a la Región de los Monasterios.
El monasterio de Moldoviţa (1532)
Ya por el siglo XIV en las faldas de los montes que rodean el valle de Moldoviţa y el riachuelo Ciumârna por arriba, estaba poblada por numerosos ermitaños. Tiempo más tarde acabaron por fundar una pequeña ermita de madera. A su lado se edificó, poco después, unas estancias para el alojamiento de la incipiente colectividad espiritual.
Por problemas de espacio, la ermita original fue reemplazada por otra de piedra, la cual, debido a un desplazamiento del terreno, acabó derrumbándose. Aún pueden verse dichas ruinas no lejos del actual monasterio. En su origen la construcción de este monasterio vino de la mano de Alejandro el Bueno y refundado en 1532 por el voivoda (1) Petru Rareş. Conserva entre sus muros, que aún mantienen tres de las cinco torres originales, una iglesia consagrada a la Anunciación.
Sus frescos, realizados en 1537 por Tomás de Suceava, son el ejemplo más representativo en lo relativo a las iconografías pintadas en las iglesias de la zona. En el antiguo refectorio del convento (Clisarnita, residencia voivodal construida en 1612) está instalado el Museo donde encontraremos, entre otras reliquias religiosas, el trono de madera de Petru Rareş y la “Manzana de Oro” de la UNESCO.
Ya por el siglo XIV en las faldas de los montes que rodean el valle de Moldoviţa y el riachuelo Ciumârna por arriba, estaba poblada por numerosos ermitaños. Tiempo más tarde acabaron por fundar una pequeña ermita de madera. A su lado se edificó, poco después, unas estancias para el alojamiento de la incipiente colectividad espiritual.
Por problemas de espacio, la ermita original fue reemplazada por otra de piedra, la cual, debido a un desplazamiento del terreno, acabó derrumbándose. Aún pueden verse dichas ruinas no lejos del actual monasterio. En su origen la construcción de este monasterio vino de la mano de Alejandro el Bueno y refundado en 1532 por el voivoda (1) Petru Rareş. Conserva entre sus muros, que aún mantienen tres de las cinco torres originales, una iglesia consagrada a la Anunciación.
Sus frescos, realizados en 1537 por Tomás de Suceava, son el ejemplo más representativo en lo relativo a las iconografías pintadas en las iglesias de la zona. En el antiguo refectorio del convento (Clisarnita, residencia voivodal construida en 1612) está instalado el Museo donde encontraremos, entre otras reliquias religiosas, el trono de madera de Petru Rareş y la “Manzana de Oro” de la UNESCO.
Para esta visita contamos con la ayuda de la guía turística local y monja Tatiana, que nos dio amplias explicaciones sobre el origen y significado del monasterio así como de los frescos que contiene.
Tasa por fotografía exterior 10 Lei. En el interior de la iglesia está prohibido hacer fotos. Esto es válido para el resto de monasterios. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
"(1) Voivoda: En los principados danubianos de Moldavia y Valaquia, el vaivoda era uno de los títulos del príncipe soberano, aunque tributario del Imperio otomano. Al parecer ocurrió lo mismo con Transilvania antes de que los húngaros la conquistaran, ya que permaneció como título de un principado autónomo incluso después de la conquista".
Tras esta visita no fuimos dirigimos al motel de montaña Jeremia Movila, muy cerca del monasterio de Sucevita.
Antes realizamos una parada en el alto Pasul Ciumârna, de 1.100 m. de altitud. En el alto se encuentra una gran mano que representa el saludo que se dieron los trabajadores que construyeron la carretera (un grupo de cada lado de la montaña) al confluir y unir ambos caminos en 1968.
Antes realizamos una parada en el alto Pasul Ciumârna, de 1.100 m. de altitud. En el alto se encuentra una gran mano que representa el saludo que se dieron los trabajadores que construyeron la carretera (un grupo de cada lado de la montaña) al confluir y unir ambos caminos en 1968.
El segundo monasterio que visitamos y el que mejor se conserva. Denominado la “Joya Verde” por su ubicación, al estar rodeado de grandes prados y bosques de abetos, es el último de los monasterios que se decoró con frescos.
Construido en 1584 por los hermanos Movila para emular el mecenazgo de sus predecesores. Los frescos de la fachada de la iglesia son los mejores conservados, incluso los de la cara norte, debido gracias al imponente muro que la rodea y a las dos colinas que hacen de muro natural y la resguardan.
Tanto en los frescos exteriores como los interiores se denota la influencia rusa, eso es así porque la familia Movila logró llegar al trono con la ayuda del Zar. Destaca en la cara norte las iconografías que representa la “Escala de las Virtudes”. Y por último, camino del hotel, parada “fuera de programa” en una alfarería de porcelana negra. Tras ésta seguimos hacia el último monasterio previsto para el día de hoy.
Éste monasterio también ha sido declarado por la UNESCO patrimonio de la Humanidad y está situado a las afueras de la localidad de Gura Humorului. Construido en 1415 por Alejandro el Bueno (aunque un siglo después ya estaba en ruinas) está situado junto al río Humor. El logoteta (2) Toadr Bubuiog y su mujer Anastasia se encargaron de reconstruirla en 1530.
(2) Logothetes – secretario de la extensa burocracia, que realizaba diversos trabajos según la posición que ocupase. Los logotetas eran algunos de los principales burócratas.
De dicha época es la construcción de la iglesia, consagrada a la Asunción de la Virgen. (quedan las ruinas de la iglesia original extramuros) Los frescos exteriores están muy deteriorados y los interiores están (JUN-2013) en proceso de restauración.
Dejamos este último monasterio y en apenas 10 minutos llegamos al hotel. Por una vez llegamos a una hora “decente” (18:30) así que subimos a la habitación y descansamos un poco.
La cena no es hasta las 20:30 h. La ciudad es muy pequeña pero, al parecer, muy famosa por sus cosméticos, los de la doctora Ana Aslan, creadora de Gerovital y pionera en la lucha contra el envejecimiento….. y yo aquí, ni entro ni salgo.
Una pequeña vuelta por el pueblo (… y tan pequeña, si andas un poco te sales) y de vuelta al hall del hotel donde nos tomamos el último expresso machiato del día antes de subir a la habitación.
Luego, entre una cosa y otra, hay antojo de una cervecita así que miramos en el mueble-bar y ta-chan; una Turborg danesa de ½ litro (7 Lei. +/- 1,60 €).
Recopilo los últimos datos sobre los monasterios visitados mientras me refresco con la Turborg y antes de medianoche ya estamos en la cama. Mañana será otro día que promete interesante; el último monasterio y el castillo de Bran (Draculandia para Hollywood). Pero eso será mañana. Ondo lo eta bihar
arte.
Cuarto día
Gura Humorului – Târgu Mureş
4 de junio.
Posiblemente el déficit de horas de sueño sea el causante que hayamos aguantado en la cama hasta que ha sonado el despertador a la 7:30 h.
Una ducha para desperezarnos del todo y para las 8:20 ya estamos desayunando. Poco antes de las 9:00 h. retomamos la ruta. La primera parada el monasterio de Voroneţ.
A escasos 10 min. del hotel visitamos nuestro último monasterio.
El Monasterio de Voroneţ (1488)
Edificado en apenas seis meses (entre mayo y septiembre de 1488) por voluntad de Esteban el Grande, para cumplir la promesa, según se cuenta, que éste le hizo al eremita Daniil, su consejero, que le había vaticinado una importante victoria contra los turcos.
Como el vaticinio se cumplió, el voivoda Esteban edifico este monasterio en el mismo lugar que el santo monje tenía el eremitorio. En la actualidad sólo una de las cuatro iglesias que existieron originalmente, la dedicada a San Jorge, se mantiene erguida. Es una las más hermosas de toda Rumanía y también es Patrimonio de la Humanidad.
Sus frescos representan una interesante síntesis entre la arquitectura bizantina y gótica. En los frescos del exterior destaca el famoso azul de Voroneţ, que se obtiene triturando lapislázuli. Los frescos exteriores hasta el nártex se realizaron entre 1547 y 1550, en un principio por encargo del metropolita y erudito Grigore Rosca, primo del voivoda Petra Rareş y después por el metropolita Teófanes, a quien se debe los frescos del nártex, interpretados por lo común como una especie de Biblia pauperum.
Los frescos del interior, de estilo más intelectual por estar dirigidos hacia los monjes y eruditos, contrastan con los exteriores, más descriptivos siguiendo la tradición popular. Lo que resalta es esta iglesia es la gran representación del “Juicio Final” realizada en la fachada del nártex.
Y con la visita al monasterio de Voroneţ abandonamos la región de los monasterios y volveremos a cruzar los Cárpatos Orientales por un alto de 1.292 metros de altitud que delimita Moldavia de Transilvania.
Descendemos hasta ya por la provincia de Mureş muy influenciada por las tribus teutonas. Una corta visita al Hotel Conde Drácula… (sin interés alguno) y comida en Bistriţas.
Tras la comida dejamos la carretera nacional, que desde hace dos años está en obras y no hay previsto fecha de finalización, para tomar una carretera más local que recorre la Transilvania rural. Se aprecia el cambio en la arquitectura de las casas así como de las iglesias.
Edificado en apenas seis meses (entre mayo y septiembre de 1488) por voluntad de Esteban el Grande, para cumplir la promesa, según se cuenta, que éste le hizo al eremita Daniil, su consejero, que le había vaticinado una importante victoria contra los turcos.
Como el vaticinio se cumplió, el voivoda Esteban edifico este monasterio en el mismo lugar que el santo monje tenía el eremitorio. En la actualidad sólo una de las cuatro iglesias que existieron originalmente, la dedicada a San Jorge, se mantiene erguida. Es una las más hermosas de toda Rumanía y también es Patrimonio de la Humanidad.
Sus frescos representan una interesante síntesis entre la arquitectura bizantina y gótica. En los frescos del exterior destaca el famoso azul de Voroneţ, que se obtiene triturando lapislázuli. Los frescos exteriores hasta el nártex se realizaron entre 1547 y 1550, en un principio por encargo del metropolita y erudito Grigore Rosca, primo del voivoda Petra Rareş y después por el metropolita Teófanes, a quien se debe los frescos del nártex, interpretados por lo común como una especie de Biblia pauperum.
Los frescos del interior, de estilo más intelectual por estar dirigidos hacia los monjes y eruditos, contrastan con los exteriores, más descriptivos siguiendo la tradición popular. Lo que resalta es esta iglesia es la gran representación del “Juicio Final” realizada en la fachada del nártex.
Y con la visita al monasterio de Voroneţ abandonamos la región de los monasterios y volveremos a cruzar los Cárpatos Orientales por un alto de 1.292 metros de altitud que delimita Moldavia de Transilvania.
Descendemos hasta ya por la provincia de Mureş muy influenciada por las tribus teutonas. Una corta visita al Hotel Conde Drácula… (sin interés alguno) y comida en Bistriţas.
Tras la comida dejamos la carretera nacional, que desde hace dos años está en obras y no hay previsto fecha de finalización, para tomar una carretera más local que recorre la Transilvania rural. Se aprecia el cambio en la arquitectura de las casas así como de las iglesias.
Para las siete de la tarde llegamos al Hotel Plaza de Târgu Mureş. Visita a la iglesia ortodoxa en honor a la Asunción, situada al norte de la Piaţa Trandafirilor (Plaza de las Rosa) un imponente edificio de estilo neoclásico construido entre 1933-37.
Se sigue con el paseo a lo largo de la avenida de las rosas, donde tenemos el hotel, dirección sur disfrutando de las fachadas de algunos edificios; la biblioteca, el gobierno de Mureş y el ayuntamiento de Târgu Mureş, terminando en una iglesia, situada junto al ayuntamiento, de confesión romano-católica.
Es como una iglesia ortodoxa pero que reconoce la autoridad del Papa, pero estaba cerrada, así que lo dejamos para visitarla al día siguiente a primera hora. Tras este corto paseo de vuelta al hotel a cenar.
Un nuevo paseo nocturno por la avenida de las rosas, algunas fotografías nocturnas de varios edificios interesantes y a dormir.
Târgu Mureş – Sighişoara – Braşov - Sinaia
5 de junio.
De todos los hoteles en que hemos pernoctado comentar que éste último es, sin dura alguna, en el que peor hemos dormido. El hotel es nuevo, moderno .... igual pecando de demasiado moderno de manera que el diseño predomina sobre el espacio, un tanto minimalista, bonitas e interesantes para la vista pero poco práctico si se ha de usar. Un par de
ejemplos; las almohadas de diseño, varios tamaños y bonitas pero has de amontonarlas para poder mal usarlas y el nórdico; más pequeño que la cama, así que había dos opciones (o tres, que sería pedir otro nórdico y lo deberíamos
haber hecho) que uno de los dos se cubriera con él y el otro …., o girarlo para colocarlo horizontalmente y taparnos ambos dejando los pies a la fresca. Al final hicimos esto último y así pasamos la noche. Por lo demás, tanto la cena
como el desayuno nos parecieron buenos y variados, así como el servicio dispensado.
Y siguiendo este diario, tras el opíparo desayuno dejamos el hotel y antes de despedirnos de Târgu Mureş dejamos las
maletas en el autobús y dando un paseo volvimos a la “biserica romano-catolica”.
En esta ocasión encontramos las puertas abiertas así que entramos a visitarla. La zona del altar era una mezcla de iglesia ortodoxa, con sus iconos con ese toque de iglesia católica; mesa de celebración de la misa, sillas para lo feligreses, púlpito para el sermón del cura. Esta iglesia estuvo confiada a los Jesuitas. Construida originalmente en estilo barroco (1728 - 1750) en su reconstrucción en los años 30 del siglo pasado (XX) pasó al actual estilo neorrenacentista.
El autobús se acerca hasta la iglesia y nos recoge. Dejamos Târgu Mureş. Llegamos a Sighişoara a las 10 h.
De origen sajón, Sighişoara (Schässburg) es uno de los conjuntos monumentales más espléndidos de Rumanía.
Está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundada por colonos sajones en el siglo XII, Castrum Sex (antiguo nombre romano) resistió la ola migratoria de los mongoles (1241), convirtiéndose en una ciudad libre en el siglo XV.
A pesar de su pasado germánico, en la actualidad no quedan ya alemanes, pero acoge una importante minoría húngara, que da a la ciudad el nombre de Segesvár. Es la patria del celebre Vlad Tepes (Vlad el Empalador) voivoda de Valaquia nacido en esta ciudad en 1431 y del que se inspiró el escritor rumano Bram Stoker (1847 - 1912) para la Leyenda de Drácula.
El autobús se queda en la parte baja del recinto amurallado e iniciamos el ascenso hacia la entrada del mismo por la “Turnul Croitorilor” que nos da acceso a “Piaţa Cetatii” y la “Turnul cu Ceas” la Torre del Reloj, también denominada torre del Consejo por un edificio anterior.
Esta torre, de 1676, tiene una altura de 64 metros, está rematada por cuatro torrecillas que rodean la aguja principal del centro, desde la cual disfrutaremos de una amplia panorámica de la ciudad. Esta torre es, desde finales del siglo XIX, sede del Museo de Historia.
En la misma plaza encontramos en Museo de Armas Medievales. Para acceder a la parte más alta de esta atalaya podemos usar la ”Scara Scolii” una bonita escalera de madera cubierta y con 173 escalones que nos da acceso a la iglesia de la colina Biserica din Deal (Berghirche), construida en 1345 sobre una capilla románica del siglo anterior y reconstruida en diferentes épocas. Frente a la iglesia se encuentra el viejo cementerio sajón.
Dejamos atrás Sighişoara y seguimos nuestro camino hasta la siguiente parada en Braşov.
Situada al sur de Transilvania, cerca de la frontera con Valaquia y en una depresión de los Cárpatos Meridionales, es una de las cinco ciudades más importante de Rumanía. Poblada por el pueblo dacio y romanizada en el año 106 d.C. ha sido un cruce de grupos migratorios de eslavos, húlgaros, magiares que fue mezclándose con la población protorrumana. En el siglo XIII llegaron los sajones, seguidos por los Caballeros Teutones llamados por el rey de Hungría Andrés II. Es a partir de aquí cuando se inicia la construcción de la primera fortaleza, Brassoviaburg. Después empezaron las incursiones de los mongoles y los turcos, por lo que se levantó la muralla.
Situada al sur de Transilvania, cerca de la frontera con Valaquia y en una depresión de los Cárpatos Meridionales, es una de las cinco ciudades más importante de Rumanía. Poblada por el pueblo dacio y romanizada en el año 106 d.C. ha sido un cruce de grupos migratorios de eslavos, húlgaros, magiares que fue mezclándose con la población protorrumana. En el siglo XIII llegaron los sajones, seguidos por los Caballeros Teutones llamados por el rey de Hungría Andrés II. Es a partir de aquí cuando se inicia la construcción de la primera fortaleza, Brassoviaburg. Después empezaron las incursiones de los mongoles y los turcos, por lo que se levantó la muralla.
Desde entonces ha pasado mucho tiempo y también muchos acontecimientos. En la última mitad del siglo XX su industria creció tanto que paso a ocupar el segundo lugar en población. Esto conllevó que crecieran también grandes barrios obreros que acabaron levantándose contra la dictadura de Ceauceşcu en 1987, la cual terminó con una sangrienta represión. Lo que no sabía el dictador es que tras ese derramamiento de sangre la cuenta atrás para la liberación de Rumanía estaba en marcha.
Y ciñéndonos al planning,
llegamos a Braşov donde almorzamos en un típico restaurante transilvano. Como curiosidad decir que en lo alto del monte Tâmpa se ve el nombre de la ciudad como si de Hollywood se tratara.
Visitamos la Iglesia Negra, denominada así tras sufrir un incendio en 1689 en el que el negro era el color característico hasta la restauraron realizadas hasta hace no mucho en la quitaron esa capa de hollín que ennegrecía las paredes. Se trata de la iglesia más grande de Rumanía. Data del siglo XIV pero no se termino hasta 1477. En su origen fue una iglesia católica pero en la actualidad es una iglesia evangelista de los reformistas alemanes.
Una de las calles que rodean la catedral recibe el nombre de “curtea Honterus” y en ella encontramos la estatua de Johannes Honterus, gran humanista y reformista de la cultura sajona en Transilvania que introdujo la imprenta en Braşov, predicó la reforma, fundó el instituto (hoy día bilingüe rumano-alemán)
y publicó numerosas obras.
Tras la visita a la “Biserica Neagra” tiempo libre para recorrer el casco antiguo de la ciudad. Recorrimos la calle republicii hasta la “embajada americana” (Mcdonalds), pasamos por la oficina de correos para pillar algunos sellos que llevar a nuestros filatélicos gasteiztarrak, regresamos a la Plaza del Consejo (Piaţa Sfatului), visitamos la iglesia ortodoxa de la Dormición, situada en frente de la Casa Sfatului.
Alguna que otra compra y de regreso al autobús que nos lleva hasta Sinaia. Así que de momento dejamos atrás Transilvania, que visitaremos de nuevo mañana, y regresamos a la llanura de Valaquia.
Como siempre bajamos a cenar a la 20:30 h. hoy toca una crema de verduras y carne de cerdo con polenta (puré a
base de maíz, pero más granulado), de postre macedonia de fruta.
Desde hall se oía música y descubrimos unas escaleras que descendía. Es un Pub Inglés. Pues nada, como unos potentados de principios de siglo nos bajamos a darle a la “bebida” Un Gin-Tonic por aquí, un Tía María por allá y para mí una Silba Negra de ½ litro.
Mañana no hay que bajar con las maletas así que andaremos algo más relajados.
Sexto día
Sinaia – Castillos de Peleş y Bran – Sinaia
6 de junio.
Tras el desayuno iniciamos un nuevo periplo. Sinaia se encuentra en Valaquia, así
que primero visitaremos el castillo de Peleş para después regresas a Transilvania para visitar el castillo de Bran.
Sinaia nació a la sombra del monasterio del mismo nombre, construido por Mihai Cantacuzio en 1690 a la vuelta de una peregrinación al Sinaí. El monasterio se encuentra estratégicamente situado, así que se fortificó éste y alrededor de él fue surgiendo la población.
Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando ésta empezó a desarrollar un fuerte impulso económico debido a que el rey Carol I decidió construir aquí el castillo de Peleş, como residencia de verano en busca de un lugar saludable para la delicada salud de su hija, la cual perecería de escarlatina a los cuatro años de edad.
Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando ésta empezó a desarrollar un fuerte impulso económico debido a que el rey Carol I decidió construir aquí el castillo de Peleş, como residencia de verano en busca de un lugar saludable para la delicada salud de su hija, la cual perecería de escarlatina a los cuatro años de edad.
Carol I dispuso en su testamento que tras su muerte el castillo se transformara en un museo. De hecho, su sucesor Ferdinand I, se hizo construir otra residencia veraniega en el castillo de Pelisor, que no llegamos a visitar.
En 1974, Caeuşescu transformó todo el complejo en residencia personal y de los altos cargos del partido, incluso añadió una villa detrás de castillo. Desde 1990 el castillo y sus dependencias han vuelto a cumplir su función de museo.
Tras la visita al castillo y la iglesia que esta en parte baja, nos dirigimos a Braşov, donde almorzamos. De aquí ruta al Castillo de Bran (Vlan el Empalador, o draculín para los colegas).
Gracias a las películas de vampiros, y en especial al “Drácula” del cineasta Francis Ford Coppola, la zona del Castillo de Bran, así como en toda Transilvania, ha resurgido una actividad económica que por la sola existencia del castillo.
El castillo de Bran (en idioma húngaro:Törcsvári kastély) es una fortaleza medieval que goza de gran atractivo turístico por su relación con la novela de Bram Stoker El conde Drácula. Es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo rumano, si bien su valor estriba en su antigüedad y arquitectura lo que realmente le da fama es la falsa relación entre éste y el personaje del conde Drácula. Por otra parte se sostiene que Vlad III Drăculea, el personaje histórico real en el que se inspiró Stoker, jamás estuvo en este castillo, y que su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas. Ni que decir que la historia del Conde Drácula, ni su ubicación ni demás licencias del director y/o escritor, tienen nada que ver con la realizad de castillo ni del supuesto conde.
El castillo de Bran (en idioma húngaro:Törcsvári kastély) es una fortaleza medieval que goza de gran atractivo turístico por su relación con la novela de Bram Stoker El conde Drácula. Es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo rumano, si bien su valor estriba en su antigüedad y arquitectura lo que realmente le da fama es la falsa relación entre éste y el personaje del conde Drácula. Por otra parte se sostiene que Vlad III Drăculea, el personaje histórico real en el que se inspiró Stoker, jamás estuvo en este castillo, y que su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas. Ni que decir que la historia del Conde Drácula, ni su ubicación ni demás licencias del director y/o escritor, tienen nada que ver con la realizad de castillo ni del supuesto conde.
Así que tras la visita a este
austero castillo, ( si lo comparamos con el de Peleş) bajamos en kalejira recorriendo las casetas de souvenir donde realizaremos las penúltimas compras. La cena la tenemos también en Bran. Cena tradicional rumana con bailes y canciones
folclóricas.
Septimo día
Sinaia - Bucarest
7 de junio.
Esta vez tenemos un poco más de
manga ancha para dormir ya que no salimos hasta las 9:30 h. hacia Bucarest. El trayecto de Sinaia a Bucarest, de uno 140 km . Así que con parada técnica y todo llegamos al hotel sobre las 12:30 h. apenas estamos media hora en el hotel cuando volvemos a subir al autobús que no ha de llevar a almorzar.
Hoy toca Hard Rock de Bucarest. Tras la comida volvemos al hotel a recoger a los que iban por libre y a media pensión. Realizamos una visita al casco histórico de la cuidad. La tarde la tenemos libre así que nos dedicaremos a recorrer más tranquilamente algunos de los lugares que nos hayan parecido más interesantes. Las últimas fotos, las últimas compras, … esto se acaba.
Hoy toca Hard Rock de Bucarest. Tras la comida volvemos al hotel a recoger a los que iban por libre y a media pensión. Realizamos una visita al casco histórico de la cuidad. La tarde la tenemos libre así que nos dedicaremos a recorrer más tranquilamente algunos de los lugares que nos hayan parecido más interesantes. Las últimas fotos, las últimas compras, … esto se acaba.
Cenamos a las 19:30 h. en un
bonito restaurante de la zona antiguas de Bucarest llamado Curu’cu bere, un típico menú rumano a base de puré de judías con una pequeña capa de algunas verduras parecido al pisto, de segundo unos rollitos de carne de varios tipos; cerdo, ternera y a veces algo de oveja con una salsa de mostaza y de postre toda una bomba dulce; pastel a base de masa de harina de trigo y patata con yogur y crema de arándanos, …………(estaba de miedo).
Todo regado con cerveza local. Tras la cena nos quedamos sólo ya que el resto prefiere ir al hotel para descansar ya que a las 5:30 h. nos despertarán desde recepción. Así que una corta vuelta esperando a que oscurezca para hacer unas fotos nocturnas y para el hotel.
Todo regado con cerveza local. Tras la cena nos quedamos sólo ya que el resto prefiere ir al hotel para descansar ya que a las 5:30 h. nos despertarán desde recepción. Así que una corta vuelta esperando a que oscurezca para hacer unas fotos nocturnas y para el hotel.
Para las 23 h. ya estábamos en la cama con el libro. A sido una lástima que tanto el Parlamento como la gran fuente situada en la avenida de acceso a él, no tuviera iluminación. Así y todo hemos sacado una cuantas fotos.
Último día
Bucarest – Madrid - Gasteiz
8 de junio.
Buena madrugada nos espera ya que el vuelo para casa sale a las 8:55 h. así que a las 6:30 deberemos subir al
autobús para realizar nuestro último trayecto, al aeropuerto de Bucarest. Antes nos tomamos un café en la habitación del hotel y otro en el hall del mismo.
Y partimos hacia Gasteiz con la satisfacción de haber dado el paso de ir a conocer Rumanía y a los rumanos. No son para nada lo que vemos en nuestras calles, como dice nuestro guía, no hay que tener miedo de pasear por Rumanía, los “malos” los tenéis vosotros allí. Que gran verdad.
Y partimos hacia Gasteiz con la satisfacción de haber dado el paso de ir a conocer Rumanía y a los rumanos. No son para nada lo que vemos en nuestras calles, como dice nuestro guía, no hay que tener miedo de pasear por Rumanía, los “malos” los tenéis vosotros allí. Que gran verdad.
Los precios van acorde con los sueldos de los rumanos por lo que resulta barato, para nosotros los turistas, comer, beber, compras (siempre que no sean marcas, éstas se pagan igual en cualquier parte de mundo), etc….. esas cervezas de ½ litro por 1,60 € (precio mueble bar de hotel ****, y en una terraza lo mismo, bueno en Bucarest 1 leu más caro) .
Esto se ha acabado, pero parafraseando un conocido dicho de la vieja Iruña, “ya queda menos para el siguente viaje”.
Agur.